Desayuno de campeones y a ripar en nuestra primera salida a un skatepark. Mungía tiene la culpa. Rampas, módulos de street para todos los niveles y un perfecto acabado. Bajo un sol de justicia volvemos a Güeñes para comer y realizar el taller en el que nuestro monitor Gonzalo nos enseña a cómo usar nuestras rodilleras. Los daggers lo pillan a la primera. Se han ganado la merienda. Nos repartimos en el circuito de street y la mini del albergue para sudar la camiseta durante otras dos horas. De postre en la cena, tarta. Es el cumple de nuestro camper Ego y lo celebramos por todo lo alto. Regalazo incluído. Mañana, Basozelai Skatepark.
No hay comentarios:
Publicar un comentario